A veces nos sorprendemos encontrándonos con un pequeño sangrado en la boca: al cepillarnos, al comer, o, en ocasiones, sin motivo aparente… Y nos hemos preguntado: ¿Por qué me sangran las encías? Y es importante conocer que este hecho, aunque nos pueda parecer normal, no lo es: las encías sanas no sangran
Causas del sangrado gingival
Presencia de placa dental, generalmente asociada a una higiene oral insuficiente.
Mal posición dentaria o mal oclusión.
Factores sistémicos, como cambios hormonales producidos en el embarazo o la pubertad.
La diabetes y otras enfermedades como anemia o hepatitis.
Factores genéticos.
El consumo de determinados fármacos.
Prótesis dentales mal colocadas.
Uso de ortodoncia fija.
Estrés.
Bruxismo.
Cuando existe enfermedad periodontal es habitual que, además del sangrado, aparezcan otros síntomas como: el enrojecimiento de las encías, sensibilidad dental, recesión de encía o mal aliento debido al sarro acumulado.
Recomendaciones
Lo más importante para evitar la aparición del sangrado de encías y la enfermedad periodontal es la prevención mediante sencillos hábitos como:
Cepillar correctamente los dientes, evitando el cepillado agresivo y siempre en sentido vertical. Recomendamos un cepillo de cerdas suaves o medio para no dañar las encías.
Utilizar hilo dental o cepillos interproximales para llegar a aquellas zonas a las que no se puede llegar con el cepillo.
Utilizar colutorios durante la higiene bucal.
Limpiar la lengua. Aquí se ocultan el 70% de las bacterias de nuestra boca.
Una dieta saludable ayuda a tener una correcta salud bucodental y general, evita el consumo excesivo de azúcar y bebidas carbonatadas.
Evitar el tabaco.
Visitar al dentista cada seis meses y realizar al menos una limpieza dental anual. Pide cita para revisión ahora.